Cubiertas Verdes: Conoce todos sus tipos

Una cubierta verde es el producto de ajardinar o cubrir de vegetación el techo o el tejado de un edificio.

También son conocidas como “cubiertas vivientes” dado que en la cubierta, azotea o tejado donde se instala la vegetación, también se favorece el asentamiento de hábitats naturales para especies de insectos o animales que ayuden a la biodiversidad.

Los beneficios de los techos o cubiertas verdes en las edificaciones, por lo general desarrolladas en las ciudades, son evidentes para el medioambiente y el mantenimiento del propio edificio (agua, energía o electricidad), siendo la autogestión o el autoabastecimiento una de sus principales características.

Las cubiertas verdes son uno de los elementos fundamentales en el desarrollo urbano sostenible y en la transformación incipiente de conciencia en torno a la construcción y respeto por la naturaleza que ha traído el cambio climático.

Por tanto, su aporte al medioambiente urbano y la calidad de vida de sus habitantes es manifiesto. No solo por aumentar su esperanza y calidad de vida, sino también por aportar enormes ventajas a la economía y ecología en relación con la construcción tradicional “no verde”. Un nuevo modelo de sostenibilidad que, naturalmente, requiere de un potente know how para su correcto desarrollo.

¿Qué tipos de cubiertas verdes existen?

Actualmente son cuatro: Intensivas, semi-intensivas, extensivas y biodiversas.

  • Cubiertas Verdes Extensivas

Un sistema de cubierta o techo verde muy usado en tejados de difícil acceso o con gran pendiente.

Se trata de un tipo de cubierta muy económico, ligero (por su sustrato de espesor reducido y poca cantidad de nutrientes requeridos) y con un mantenimiento mínimo.

Las plantas más adecuadas para su instalación son las especies de sedum, plantas vivaces y gramíneas. En general, plantas ruderales resistentes, con poca necesidad de riego, fertilizantes o nutrientes más allá del substrato natural que ya usan.

Estos sustratos de poco espesor permiten una recolección de hasta 2,5 cm de lámina de agua tras la lluvia. Por tanto, los diseñadores de este tipo de cubiertas verdes puedes, además, instalar sistemas de retención de agua adicionales que favorezcan el desarrollo de las especies plantadas (de crecimiento rápido y generosa densidad).

La mezcla de suelo usada para el crecimiento tiene unos porcentajes medios de una capa con un 70% de rocas tipo pizarra expandida, otra capa compuesta por un 20% de arena y una última capa con un 10% de compost orgánico. Con un espesor entre 8 y 10 centímetros y aguanta unas cargas de 120 a 150 kg/m².

Las cubiertas verdes extensivas no suelen dar problema de malas hierbas ni de especies invasivas tras su instalación, mientras que la proporción de materia orgánica no sea excesiva, aunque el potencial de biodiversidad es muy limitado.

Por otra parte, este sistema verde puede realizarse también a través de una instalación por módulos.

Dentro de este tipo de techos o cubiertas verdes se pueden distinguir, a su vez, dos clasificaciones:

  • Cubiertas Extensivas Ligeras Verdes. Caracterizadas por su bajo potencial de biodiversidad y mínima capacidad de retención de agua de lluvia. Se pueden instalar mediante las llamadas alfombras tapizantes.
  • Cubiertas Extensivas Superligeras Verdes. Son capas muy delgadas (la lámina drenante es de apenas 12 mm y la capa de vegetación sólo alcanza los 25 mm). Su diversidad vegetal está también muy limitada y las capas tienen tendencia a secarse.

Cubiertas Intensivas Verdes

Consiste, básicamente, de plantar un jardín doméstico en la cubierta o el techo de un edificio. Es por esto que también se las conoce como cubiertas ajardinadas.

Requieren de un mantenimiento periódico, con tareas habituales de jardinería como como corte el césped, abonado, riego, drenaje o escardas, debido a que su variedad vegetal es superior a la que se puede desarrollarse en una cubierta extensiva.

Son características en parkings subterráneos o en la parte superior o los techos de algunos centros comerciales a modo de espacio lúdico o recreativo. Por tanto, son generalmente accesibles al público pero también más caras de mantener.

Muchos de los diseños de estas cubiertas incluyen la gestión del agua de lluvia e incluso algunos sistemas de recirculación de la escorrentía para el riego.

Este tipo de sistemas es el que mayor aislamiento proporciona, lo que supone una ventaja a la hora de reducir el consumo energético de un edificio. Además, filtran y purifican el aire urbano y el agua de lluvia, por lo que sus beneficios medioambientales son más que evidentes.

Cubiertas Semi-Intensivas Verdes

Un sistema combinado entre la cubierta verde intensiva y la cubierta verde extensiva.

Con una profundidad media de entre 120 mm y 250 mm y algunas necesidades de mantenimiento, este sistema es ideal para tejados finos que son parcialmente accesibles.

A menudo se incluyen en azoteas con un uso social o recreativo por lo que se le añaden elementos paisajísticos para hacerlas más llamativas.

Usualmente, estos sistemas se instalan sobre tejados de metal o de hormigón/cemento que puedan soportar el sobrepeso y la membrana impermeable.

Un sistema semi-intensivo se caracteriza por una mayor variedad vegetal. Comparado con los sistemas extensivos, este puede sustentar plantas herbáceas, césped o pequeños matorrales y requiere de un mantenimiento moderado con riego esporádico (algo que dependerá de las especies vegetales que se seleccionen).

Este sistema puede retener más agua de tormenta que una cubierta extensiva y proporciona una mayor riqueza ecológica. No obstante, es importante asegurarse de que exista un buen drenaje para que las plantas y su sistema radicular esté suficientemente bien aireado.

Su sustrato se compone de una capa con un 55% de rocas tipo pizarra expandida, otra capa de 25% de arena y una última capa con un 20% de materia orgánica que puede retener hasta 1-3 cm de agua de lluvia.

Para el caso de que haya limitaciones a la hora de regar estas cubiertas, existen especies herbáceas perennes que pueden ser la solución. Un techo verde cubierto con estas especies de plantas elimina los problemas de riego de un modo natural asegurando, además, un coste de mantenimiento bajo.

Cubiertas Biodiversas

Las cubierta biodiversas son consideradas una variación de las extensivas pero con algunas diferencias estructurales en la biota que son capaces de soportar.

Esta cubierta está diseñada específicamente para crear un hábitat que atraiga a unas especies particulares de plantas, insectos y pájaros, creando un hábitat similar al que existía en el lugar antes de la edificación, estimulando la colonización natural de vegetación y pequeños animales y enfocándose en aumentar el valor de la biodiversidad. Es por eso que la interacción humana en estos tejados es muy limitada.

Este tipo incluye las cubiertas marrones; una versión poco vegetada de las cubiertas o techos verdes.

Varias conclusiones a cerca de las cubiertas verdes

A tenor de los datos expuestos, podemos decir que las cubiertas verdes son una excelente manera de ayudar a preservar el equilibrio ecológico en el entorno urbano. Los modelos propios del siglo XX parecen haber tocado techo en amplios sectores tecnológicos y sociales a día de hoy. Y si bien es cierto que cada vez son más voces las que reclaman una solución verde, ecológica y efectiva a los problemas que arrastra un nuestro planeta, también es verdad que un cambio de paradigma es urgente dadas las circunstancias globales.

Se trata de proyectos basados en la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. Su instalación tiene en cuenta factores relacionados con el crecimiento demográfico, el cambio climático y el calentamiento global; importantes lacras que estamos llamados a combatir con urgencia en la década del ´20, siendo estos sistemas uno de los caballos de batalla contra el cambio climático.

De este modo, la estructuración de proyectos de construcción verde y ecológica, en lo que ya se reconoce como un cambio en los modelos tradicionales de construcción y edificación, buscan la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos y la protección del medioambiente; extraordinariamente castigado durante los últimos 50 años.

Las cubiertas o techos verdes ayudan a evitar el ruido, mejoran la temperatura de los hogares y combaten el cambio climático reduciendo el calentamiento global a través del uso de vegetación. Por tanto, el impacto positivo de estos proyectos sobre el clima, la sociedad y el bienestar general de los ciudadanos es indudable.

Es por esto que las cubiertas vegetales son un importante primer paso dentro del cambio en los modelos clásicos de construcción y urbanismo, abriendo la posibilidad, a su vez, a la agricultura urbana: el cultivo de alimentos para el consumo de los propios vecinos de un edificio. Un planteamiento de futuro con importantes beneficios para las sociedades que están por venir en un futuro inminente.

Este sistema verde resulta el medio ideal para atajar un problema ecológico grave, gracias a que no restringe el desarrollo demográfico o los intereses económicos derivados de la construcción, sino que une estos intereses aparentemente antagónicos a un propósito conjunto plausible.

Así pues, una cubierta vegetal o techo verde es una estructura medioambiental verde de alto rendimiento que no solo proporciona a los ocupantes de los edificios beneficios ecológicos, técnicos y económicos, sino que también presentan lucrativas oportunidades profesionales para expertos en diseño, jardinería, paisajismo o arquitectura.

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